La cifra de islamistas que abandonan España para trasladarse a países en conflicto y unirse allí a la yihad sigue en aumento. Los datos que manejan en estos momentos los expertos antiterroristas del Ministerio del Interior cifran en 175 el número de islamistas españoles que han emprendido esta marcha, 25 más que el guarismo que manejaba el departamento de Jorge Fernández Díaz a principios este mismo año, que era de unos 150 aproximadamente.

Para la identificación de algunos de estos nuevos «foreign fighters» y para confirmar la presencia de otros ha tenido una importancia destacada la documentación robada hace un par de meses por un desertor a Estado Islámico, y que incluía 22.000 cuestionarios que los yihadistas hicieron rellenar a los luchadores extranjeros cuando se unieron a sus filas y en la que había datos como nombre y apellidos, lugar de nacimiento, nacionalidad, domicilio en el país de orígen, teléfono de contacto de los familiares, grupos sanguineo, nivel educativo y de combate o la ruta utilizada para llegar a Siria.

La ubicación exacta de todos estos combatientes no se conoce con exactitud, aunque se sabe que en su gran mayoría se han desplazado hasta países como Siria, Irak, Mali o Libia para unirse a diferentes grupos terroristas y yihadistas que operan en esas zonas como Estado Islámico, el Frente Al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria), AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico) o MUYAO (Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental).

De esos 175 que han partido hasta la fecha, los mismos expertos del Ministerio del Interior tienen confirmada la muerte de 30 de ellos, ya sea en combates, ataques militares, atentados suicidas… La cifra es ligeramente superior a los datos que se manejaban a principios de año, cuando el guarismo era de 25. Es decir, han podido confirmar la muerte de otros cinco «foreign fighters» españoles en los últimos seis meses.

Una de estas nuevas muertes confirmadas es la del melillense Abu al-Nur Al-Andalusí, líder de un pequeño grupo terrorista alineado con AQMI, que murió en el transcurso de una operación militar llevada a cabo por un grupo de operaciones especiales francesas unos 180 kilómetros al norte de la histórica ciudad de Tombuctú, en Mali. La operación se desarrolló el último día de febrero y su muerte fue confirmada oficialmente por las autoridades francesas unos días después.

Este yihadista había aparecido frecuentemente en vídeos islamistas en los que se amenazaba a España e, incluso, llegó a realizar una grabación íntegramente en español: «Mensaje a nuestros hermanos en España, especialmente de Melilla. Que se muevan y se dirijan hacia cualquier sitio en el que haya yihad. Necesitamos que nuestros hermanos musulmanes nos ayuden, que vengan a combatir, que cojan sus armas y que se dejen de la compañía de sus mujeres y sus hijos», decía el terrorista en el vídeo mencionado.

En lo que a la cifra de retornados se refiere, es decir, aquellos que han ido a luchar y luego vuelven a España con adiestramiento terrorista, la cifra permanece igual desde principios de año. Las Fuerzas de Seguridad tienen conocimiento que de los 175 que han viajado hasta estos países en conflicto han regresado 25 a nuestro país. De ellos, quince fueron detenidos y están en prisión, mientras que otros 10 están en libertad aunque sometidos a una férrea vigilancia.

 

** Publicado originalmente en Libertad Digital.com **